RECELO DE LAS GRANDES ECONOMÍAS POR LA MONEDA DE FACEBOOK




La moneda de Facebook, Libra, es considerada una criptomoneda que, según varios ministros de finanzas, no deberían entrar en circulación mientras no se resuelvan las “graves preocupaciones regulatorias y sistémicas”. Cabe mencionar que las “criptomonedas estables”, las cuales se asocian a monedas reales, deben cumplir estándares altos de regulación financiera con el fin de evitar el lavado de dinero o amenazas a la estabilidad del sistema financiero y banquero. Los ministros han concordado también en que tales preocupaciones tienen que ser resueltas antes de que se puedan implementar tales proyectos.

La creación de la criptomoneda Libra fue propuesta para ser asociada a monedas existentes para hacerla menos inestable que otras como Bitcoin y su finalidad es que pueda utilizarse para pagar cosas. En ese sentido, los gobiernos de todo el mundo han estudiado cómo podría afectar eso a la economía. Tales monedas podrían reducir los costes de transferencias y ayudar a prestar servicios financieros en comunidades con poca infraestructura, y tendrían que responder ante los gobiernos y no solo las corporaciones, ya que Libra podría facilitar el financiamiento terrorista y el lavado de dinero e influir en el valor de las monedas establecidas.

La desconfianza hacia Facebook ocurre tras los recientes escándalos de privacidad de datos. Y es por ello que varios legisladores estadounidenses señalan que un proyecto tan grande como Libra no se le puede confiar. Además, los países esperan tener para enero del próximo año las bases de un acuerdo global sobre los impuestos de compañías digitales; y este acuerdo permitiría cobrar impuestos a las empresas en países donde no tienen presencia física y ofrecería un foro de arbitraje.

Un escenario se presenta con el enfrentamiento de Estados Unidos y Francia, ya que ambos países poseen posturas enfrentadas con este tema, ya que el segundo de estos anunció un gravamen del 3% sobre gigantes tecnológicos como Facebook y Google. En este sentido, para que Francia retire su impuesto, el acuerdo final tendría que alcanzar una decisión final.

Fuente: Agencia AP, Diario Gestión. 18 de julio del 2019

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