INVERSIONISTAS Y REACOMODO DE CARTERAS DEBIDO AL MENOR CRECIMIENTO ECONÓMICO




El panorama se encuentra marcado por una desaceleración del crecimiento mundial, la guerra comercial sin visos de solución en el corto plazo y expectativas de que la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) y otros bancos centrales empiecen un ciclo bajista en sus tasas de interés, lo cual no parece ser un panorama distinto para el Perú ya que las perspectivas de crecimiento se han reducido de manera drástica. Tal es así que el Banco Central de Reserva bajó su proyección de 4% a 3.4% para este año.
Ante la incertidumbre y existencia de oportunidades en el mercado, los inversionistas peruanos y extranjeros se han visto en la necesidad de acomodar sus portafolios. Tal como lo indicó a Diario Gestión el gerente de estrategia de inversiones de Sura SAB, Tomás Silva, "Muchos inversionistas están buscando alternativas un poco distintas. Vemos mucho apetito por vehículos de inversión inmobiliaria, exposición al real estate (bienes raíces) local y global".

Ya que los bonos se encuentran en precios altos a nivel global y con retornos bajos (incluso negativos), para el inversionista que busca renta ello representa un problema. Y aunque los precios de ciertos activos de renta variable (acciones) se recuperaron en la primera parte del año, se ha estimado que los retornos se moderarían en el segundo semestre ante las perspectivas de desaceleración económica mundial. En ese contexto, nos encontramos neutrales en renta fija (bonos) y variable. El CEO de Tandem Finance señaló que si bien el cash dentro de los portafolios personales posee niveles altos, ello se ha reducido y un ejemplo de ello es que los fondos mutuos han bajado el cash en sus carteras en los últimos meses para optar por más renta fija, que posee mayor plazo, ante la mayor demanda de sus clientes por dichos fondos.

Hay que resaltar que los inversionistas se encuentran reduciendo su exposición en bonos de países desarrollados, que tienen tasas muy bajas, e incluso negativas, para orientarse a los de plazas emergentes sólidas, como el Perú.

En este contexto, una de las sugerencias es que aquellos que tienen excedentes para invertir, deben tener en cuenta (cuando armen su portafolio) su horizonte de inversión, el apetito por el riesgo y el objetivo (generar rentas o preservar capital). Ello es así que, por ejemplo, si se piensa en un horizonte de muy corto plazo y su apetito de riesgo es alto, una opción son las acciones. Si alguien posee apetito por riesgo podría apostar a que dicha tendencia va a continuar y podría obtener una rentabilidad interesante en activos cuyos precios están rezagados.

Sin embargo, si la economía entra en recesión, la tendencia se quebraría y, por lo tanto, lo más probable es que existan pérdidas. Por lo que, un inversionista más moderado podría optar por activos de mucho menor riesgo (bonos de gobierno, depósitos a plazos) pero esperando una corrección (baja) de mercado. Entonces, para aprovechar las oportunidades que se presentan en el mercado, la recomendación es que los inversionistas mantengan un 5% de su cartera en cash.

Para carteras de inversión de largo plazo (diez años o más), la recomendación es mayor participación de acciones. Pero, si toma en cuenta un periodo de dos o tres años, podría tener un portafolio más diversificada, con acciones y renta fija ya que ello es mejor para el ciclo económico. Una cartera más balanceada puede ayudar a mejorar la rentabilidad y es lo que deben tener en cuenta todos los inversionistas. En cuanto a la parte de acciones, el portafolio debería virar hacia títulos de países emergentes y Japón, con algo de exposición a los mercados estadounidenses y europeo.
Fuente: Diario Gestión. Por Elizabeth García Andia. 25 de julio del 2019, pág. 22

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