MÁXIMA REDUCCIÓN DE PRODUCCIÓN FABRIL CHINA EN 17 AÑOS
Tras la
guerra comercial de Estados Unidos con China, la economía de este último país se
deterioró en el mes pasado, lo cual incluye una desaceleración de la producción
industrial a un mínimo de más de 17 años. A pesar de que se han implementado
medidas para fomentar el crecimiento este año, se debe preguntar si se
necesitan estímulos más rápidos y contundentes, incluso con riesgo de aumentar
la deuda.
Si bien en
junio hubo una ligera mejora, los últimos datos eran una prueba de que la
demanda cayó en todos los frentes el mes pasado, desde la producción industrial
a la inversión, pasando por las ventas al por menor. En comparación con el año
anterior, el ritmo de crecimiento de la producción industrial se desaceleró a
un 4.8% en julio, lo cual es menos que las previsiones más pesimistas de una
encuesta de Reuters y su registro más flojo desde febrero del 2002.
Se había
pronosticado una desaceleración del crecimiento del 5.8%, ya que Washington
elevó de forma drástica los aranceles a productos chinos, por lo que se estima
que la economía continuará en desaceleración y se debería aumentar los estímulos
para apoyar la infraestructura y las propiedades, lo cual podría ocurrir a fin
de año. La inversión en infraestructura con la que Pekín contaba para
estabilizar la economía, también ha retrocedido, tal como ha sucedido con la
inversión inmobiliaria.
Por su
parte, los representantes de China continuarán con el plan de visitar
Washington próximamente para tener reuniones comerciales cara a cara. Las
conversaciones siguen en curso a pesar de una abrupta escalada en las amenazas
arancelarias. El martes 13 de agosto, EE.UU. retrasó la imposición de parte de
los nuevos aranceles tras una conversación telefónica. Mientras que los
negociadores chinos no son optimistas acerca de un progreso inminente.
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